Tradición y cultura boletaire en Catalunya

Tradición y cultura boletaire en Catalunya

Es un fenómeno cultural creciente en el panorama socio-económico de Catalunya.

Cada año es mayor el número de personas abocadas a una afición tradicional en nuestro país, como es la de los boletaires, y cada vez es mayor el impacto social que esta afición provoca.

Cosa que supone también un fuerte impacto económico sobre el país. Ya sea mediante la proliferación de restaurantes, casas rurales, mercats de bolets y fires, que se extienden cada día más sobre nuestro territorio, entorno al fenómeno boletaire.

Antaño la afición se transmitía dentro de la cultura familiar (de padres a hijos). Mi padre me llevaba con él, cuando yo tan solo tenía siete años en tren, a Torreblanca y Vacarises para buscar bolets…

Yo recuerdo de aquella época, que éramos solo unas cuantas personas de mi pueblo, las que madrugando el domingo, nos acercábamos a una buena zona boletaire en aquel tiempo… De aquello hace más de 50 años.

Hoy las cosas han cambiado mucho… Primero, porque los medios de transporte han facilitado el acceso a los bosques a un sinfín de personas interesadas en pasar un rato divertido y "relativamente económico"… Segundo, porque los medios de comunicación, han facilitado la difusión de la cultura boletaire entre miles de personas… Tercero, porque hoy en día, hay muchísima gente ociosa que no sabe qué hacer con su tiempo…

¿Qué está ocurriendo actualmente? Que delante de un fenómeno cada vez más creciente y descontrolado… Alguien debe tomar cartas en el asunto y regular el tema…

¿Quiere decir eso, que tenemos que impedir la proliferación de las personas aficionadas a las setas y a una cultura tradicional catalana?

Sinceramente creo que se han de tomar medidas para regular el impacto de este fenómeno… Y eso no quiere decir: Que se haga pagar a una serie de personas por recoger setas, ni que se restinga a unos cuantos privilegiados poder disfrutar de su afición…

Creo que nos encontramos delante de un fenómeno socio-cultural demasiado importante como para andar improvisando acciones…

Tendríamos que recoger las opiniones de los miles de aficionados, de los propietarios forestales, de los restaurantes, casas rurales y mercats de bolets… para poder adecuar todas las regulaciones posibles al gusto de todos. Sé que será una tarea difícil, pero válida… cualquier otro tipo de regulación, será un gran fracaso!

Un informe de La Generalitat dice:

Si bé el poble català és micòfil i micòfag –li agraden els bolets i en consumeix–, com el basc, el francès, l’italià, l’hongarès o alguns d’eslaus, aquests no han estat, tradicionalment, un element fix sinó estacional de la gastronomia autòctona. Tot i això, d’unes dècades ençà, el vell costum d’anar a buscar-ne –o collir, agafar, plegar, caçar, mirar...– ha esdevingut al Principat un fenomen social que no para de créixer i que s’ha fet un lloc dins l’economia de comarques pirinenques i prepirinenques com el Berguedà o el Solsonès, que reben els caps de setmana de tardor un nombre creixent de boletaires, barcelonins sobretot; a banda de la recol·lecció, encapçalada pels rovellons, completen l’oferta fires, festes, concursos, menús… Hi ha un debat sobre les conseqüències de la massificació de la pràctica boletaire i al voltant de possibles fórmules de control d’accés al medi com ara les taxes. Dóna fe de l’arrelament de la cultura boletaire al conjunt de la societat catalana l’èxit del programa de Televisió de Catalunya ‘Caçadors de bolets’.