Picaduras de insectos en el bosque
Picaduras de insectos en el bosque
Es conocido por cualquier boletaire, el hecho de sufrir las picaduras de ciertos insectos en el momento de estar y buscar setas en algunos bosques. Y eso es tan destacado en algunos casos, que a pesar de saber que en ellos encontraremos casi seguro setas, renunciamos a ir por no sufrir las consecuencias… Personalmente conozco uno que por estar situado en las proximidades de un gran pantano, siempre y aunque la climatología no acompañe, las neblinas matinales hacen de él un lugar idóneo para las setas incluso en pleno estío…
Pero al igual que favorece el crecimiento de las setas, también es idóneo para la proliferación de ciertos ácaros: Los trombicúlidos (Trombiculidae) son una familia conocida vulgarmente como los ácaros de la cosecha o ácaros rojos. Son ácaros diminutos, parientes cercanos de las garrapatas (Otro peligro evidente para los boletaires), que habitan en la vegetación baja como pastizales y matorrales que se adhieren a los animales superiores que pasan cerca de ellos, para alimentarse de su sangre. Provocan un prurito intenso al hozar en la piel con sus mandíbulas y secreciones proteolíticas.
Las larvas son normalmente naranjas o rojas en color con sólo seis patas, pero desarrollan ocho en su fase de ninfa. Las larvas pueden medir más de 0.2 milímetros y los ácaros adultos están sobre 1 mm de longitud.
Los huevos son cubiertos con tierra húmeda. Después de salir del huevo, las larvas se posan en la brizna de la hierba y esperan por un potencial huésped. Con su «quelícero en forma de pala», se sujetan al huésped y se alimentan de los tejidos. Después de succionar los jugos celulares, lo que puede durar varios días, caen y se desarrollan en tres etapas de ninfa para convertirse totalmente en ácaros adultos.
ACARO ROJO (Trombidium sp.)
Según cuenta el saber popular, los ácaros rojos son indicador infalible de próximas lluvias.
Lo cierto es que el ácaro rojo (Trombidium sp) también conocido como ácaro de terciopelo por su aspecto sedoso, suele dejarse ver en épocas de lluvia ya que aprovechan la situación para aparearse. El resto del tiempo suelen encontrarse bajo las piedras o en troncos de los árboles.
Las picaduras de insecto no son ningún proceso desconocido, todo el mundo las ha padecido en algún momento de su vida. Cuando un insecto pica casi siempre es para alimentarse, intentando absorber sangre de los animales o personas, para ello habitualmente inyecta en la piel sustancias más o menos tóxicas que le facilitan la absorción de la sangre del animal.
Estas sustancias son las que producen una reacción de defensa en el cuerpo humano liberando histamina, formando la pápula o habón y el consecuente picor. En algunos casos, por ejemplo en picaduras de araña, la sustancia que nos inyecta el insecto es aún más tóxica, produciendo una respuesta inflamatoria más importante que puede incluso inducir cierta necrosis y ulceración de la zona.
Básicamente la picadura de un trobidium, sería como la picadura de un mosquito pero a lo "bestia". Produce una inflamación del tejido subcutáneo por la reacción alérgica o de defensa del organismo. Esta termina ulcerándose produciendo una herida de unos 8-10 milímetros y provocando un intenso picor en todo el proceso, que dura aproximadamente una semana.
Después nos quedará una pequeña “costra” que dependiendo de la capacidad de cicatrización de cada persona, se mantendrá más o menos tiempo…
En el otoño son muy frecuentes, no solo las conocidas picaduras de mosquito de todo el verano, sino además las picaduras en serie especialmente en las piernas por diferentes insectos no voladores, algo que es bastante habitual en los buscadores de setas. El tiempo todavía es cálido, los insectos están muy activos y pueden fácilmente incluso penetrar por debajo de la ropa y picar en varios puntos consecutivos.
El tratamiento más adecuado para aliviar las picaduras, sería con antihistamínicos y corticoides tópicos. Aunque el problema suele durar unos cuantos días, mientras no se revientan las ampollas o “fabots”… Existe además el peligro de aquellas personas que puedan ser alérgicas a ciertas picaduras, lo cual agravaría el problema.
No pretendo alarmar, es solo uno de los inconvenientes de ir a ciertos bosques…