INTOXICACIÓN ORELLÁNICA

Cortinarius splendens

Cortinarius splendens. Mortal

Entre 4 y 8 centímetros de diámetro. Primero convexo y más tarde extendido, con el margen finamente reflejado posee una hermosa coloración azufrada, está machado de pardo en el centro, acentuándose tales manchas con el paso del tiempo. Sus láminas son de un amarillo dorado que se vuelve herrumbrosa en la madurez. La carne es de una espléndida coloración amarilla al romperse y resulta prácticamente inodora. Este cortinario ha gozado, equivocadamente, fama de comestible. Resulta tan mortífero como cómo el cortinario de montaña. Se parece algo al Tricholoma equestre (Seta de los Caballeros) del que también se desaconseja su consumo | Wikipedia.

Cortinarius orellanus

Cortinarius orellanus (Cortinario de montaña). Mortal

Mide entre 3 y 10 centímetros de diámetro y el sombrero es primero campaniforme y más tarde convexo, se extiende poco a poco presentando una forma ligeramente mamelonada. La cutícula de un brillante rojo anaranjado es finamente tomentosa y afelpada. Las láminas son separadas, densas y adnatas hacia el pie. Primero de un amarillo anaranjado que se tornan enseguida a un pardo rojizo vivo Este cortinario contiene un veneno mortal. Tras un periodo de incubación especialmente largo –puede llegar a los 15 días- se produce una nefritis que puede provocar consecuencias fatales. Debido a ese periodo tan largo de manifestar la intoxicación, cuando da la cara, ya no tiene solución. Se puede confundir con la Armillaria mellea | Wikipedia.

INTOXICACIÓN ORELLÁNICA

Toxinas

Las orellaninas y cortinarinas son las toxinas responsables de la intoxicación orellánica. En la actualidad no se conocen todavía todas las sustancias que componen los cortinarios.

La orellanina no se elimina mediante la cocción. La mayor parte de la toxicidad deriva de estas toxinas.

Las cortinarinas (A, B y C) son de naturaleza ciclopeptídica. La cortinarina A pasa a cortinarina B, la más tóxica, en el hígado, mientras que la cortinarina C sería inocua.

Incubación

Lo más llamativo de esta intoxicación es su larguísimo periodo de latencia, de dos a quince días. Esta incubación sin síntomas nos puede llevar a consumir repetidas veces la misma seta.

Síntomas

Tienen cierto parecido a los de la intoxicación faloidiana (amanitinas), pero predominan las manifestaciones renales. Aparece sed intensa, boca seca, poliuria, diarrea, estreñimiento y vómitos. Hay dolores por todo el cuerpo, escalofríos y gran cansancio general.

Como en el caso de intoxicación faloidiana, tras una cierta mejora (que no debe llevarnos a engaño e interrumpir el tratamiento), hay una recaída por afección grave del riñón, con insuficiencia renal (en algún caso irreversible), vómitos, oliguria, edemas e incluso trastornos neurológicos.

Los fallecimientos se suelen producir por insuficiencia renal grave

Tratamiento

No se conocen antídotos específicos para este tipo de intoxicación.

El tratamiento comprende medidas sintomáticas y de soporte, rehidratación, plasmaféresis. Frente a posibles diarreas y vómitos, si la intoxicación se descubre precozmente, puede ser recomendable no actuar salvo que sean muy violentos, pues ayudarán a eliminar restos de setas.

En el momento en que la intoxicación orellánica evolucione hacia una insuficiencia renal, sólo nos quedan dos opciones: en primer lugar la hemodiálisis, y si no es suficiente, el trasplante renal.

Especies

Cortinarius cinnamomeus (L.: Fr.) Fr.

Cortinarius cotoneus Fr.

Cortinarius gentilis Kühn. & Romagn.

Cortinarius limonius (Fr.: Fr.) Fr.

Cortinarius orellanoides Henry

Cortinarius orellanus (Fr.) Fr.

Cortinarius phoeniceus (Bull.) Maire

Cortinarius pseudosulphureus Henry & Orton

Cortinarius speciosissimus Kühn. & Romagn. = C. rubellus Cooke

Cortinarius splendens Henry

Cortinarius venetus (Fr.: Fr.) Fr.

Cortinarius vitellinus Moser

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