La Luna y su influencia sobre la Tierra
La Luna y su influencia sobre la Tierra
En cientos de años, la ciencia y el saber popular, no han conseguido ponerse de acuerdo sobre este tema. Influye la Luna sobre la Tierra, las plantas, el tiempo y las personas…?
No pretendo hacer un tratado sobre este tema, solo me he limitado a recopilar algo de información y he podido comprobar que los argumentos esgrimidos por ambas partes, más que tener una base científica o lógica, responden por un lado a la creencia popular y por el otro, a la negación por desconocimiento.
Para empezar, comentaremos un poco sobre la Luna y sus distintos ciclos. Como todos sabemos:
Las fases lunares se producen por interacción entre los movimientos del Sol, la Luna y la Tierra. En el periodo de un año, la Luna realiza trece recorridos en torno a la tierra, es decir trece lunaciones y cada lunación tiene una duración de 28 días.
Hay cuatro tipos de fase lunares que son: Luna Nueva, Cuarto Creciente, Luna Llena y Cuarto Menguante. Pero como la Luna tarda aproximadamente 28 días en repetir sus fases, pasa no sólo por las cuatro antes mencionadas, sino por infinitas fases intermedias a las cuales no se les ha puesto nombre. Por este motivo los astrónomos se refieran a las fases lunares según el porcentaje de iluminación. De este modo, la luna nueva es 0%, la llena es 100%, y tanto cuarto creciente como cuarto menguante son el 50%.
Popularmente se dice que la Luna es una mentirosa, puesto que cuando está en creciente forma una D y cuando decrece una C. Eso sí, siempre que la veamos desde el hemisferio norte. Desde el hemisferio sur, es verdadera…
http://www.ilovemedia.es/las-fases-de-la-luna/
¿En qué modo podría influir la Luna? en la vida de las plantas, el tiempo o las personas.
Algo indiscutible, es la atracción magnética de la Luna sobre la Tierra, cuyo efecto más evidente son las mareas. Las mareas en general son elevaciones de la corteza sólida, de la atmósfera de la Tierra así como de los océanos. Se producen por la atracción directa entre dos cuerpos y este efecto, es directamente proporcional a la masa del cuerpo que causa la marea, pero inversamente proporcional al cubo de la distancia entre los cuerpos. La Luna por su proximidad a la Tierra es 2.17 veces más eficaz que el Sol, aunque el Sol ejerce una fuerza total mucho mayor en la Tierra que la Luna. Las mareas tienen un ciclo aproximado de unas 12 horas y 25 minutos, por lo que se repiten diariamente y son mayores cuanto más cerca esté la Luna de la Tierra.
¿Puede este efecto sobre las mareas, influir en el tiempo climático?
Desde el momento que puede cambiar las corrientes marinas y el nivel de presión sobre los mares, no sería algo descabellado pensar, que sí tiene una cierta influencia sobre el tiempo.
Si realizásemos un estudio estadístico, basado en nuestro entorno más próximo, casi con toda seguridad, podríamos apreciar que se producen más episodios de lluvia en los entornos de la Luna Llena, que en Luna Nueva. Los meteorólogos podrían con toda seguridad confirmar o desmentir esos datos…
Lo que es seguro, es que efectuar una plantación después de un episodio de lluvias y coincidiendo con la entrada de la Luna Llena, hará realmente germinar a las semillas con muchísima más fuerza, que si lo hiciésemos en cualquier otro periodo.
¿Afectaría ese magnetismo también a las personas? Bueno, todos somos más o menos lunáticos, pero no discutiremos eso hoy…
Otro de los efectos que podría influir, es la luminosidad.
Es evidente también, que en fase de Luna Llena el porcentaje de luz aportado a la atmósfera de la Tierra, es mucho mayor que en fase de Luna Nueva. Por tanto eso puede afectar directamente a todos los seres que pueblan el planeta, sean plantas, insectos o animales, entre ellos las personas. La Luna es 500.000 veces menos luminosa que el Sol, pero no por ello deja de cautivarnos y de dar un toque armónico a la vida del planeta.
Nos centraremos un poquito más en las plantas, que es el tema que nos interesa…
Desde tiempos antiguos los agricultores observaron que las fases de la Luna influyen en la producción de los cultivos, estimulando la rápida germinación o retrasándola.
Puede influir tanto por los efectos de la gravedad, como de la luminosidad, en el desarrollo de las plantas y del mismo modo en el de las setas, como elementos vegetales y fúngicos que nacen de la tierra.
Se cree, que la influencia de las fases de la Luna en la productividad y en la calidad de los cultivos se manifiesta a través el ascenso o descenso de la savia, al parecer la luz proveniente de la Luna, según la intensidad propia de cada fase, interviene en la germinación y crecimiento de las plantas, debido a que los rayos lunares tienen cierta capacidad de penetrar a través del suelo.
Aunque también podría ser que, un factor no menos importante, fuese el de la gravedad y su influencia sobre los fluidos de las plantas.
Cuarto creciente
La disponibilidad de luz lunar va en aumento y las plantas tienen un crecimiento balanceado, en el que se favorece el crecimiento de follaje y raíz.
En este período dentro del suelo se producen grandes movimientos de agua que afectan su disponibilidad para las raíces. Al haber mayor disponibilidad de agua en el suelo, las semillas tendrán la oportunidad de absorber agua más rápidamente y germinar en el tiempo previsto, siempre y cuando las condiciones climáticas y del suelo sean favorables.
Esa es la razón por la cual las semillas de germinación rápida (hortalizas) que se siembran dos o tres días antes o a inicios de esta fase germinan más rápidas y en forma más homogénea que aquellas que se siembran en otros períodos.
Luna llena
En esta fase sigue aumentando la luz lunar y hay poco crecimiento de raíces, pero mucho crecimiento del follaje.
Las plantas cuentan con una mayor cantidad y movimiento interno de agua y savia. En el caso de propagar a través de estacas y esquejes (trozos de tallo) que se utilizan para la propagación vegetativa, no es conveniente cortarlas en esta fase, pues al haber mucha agua dentro de ellas las hormonas que promueven el enraizamiento (auxinas) estarán muy diluidas y no ayudarán a estimular la emisión de raíces. Además, el agua que está dentro de las estacas tenderá a salir, provocando con ello su rápida deshidratación.
Cuando se hace el trasplante en este período las plantas tienden a crecer rápido y a producir mucho follaje.
Cuarto menguante
En esta fase la intensidad de los rayos lunares empiezan a disminuir.
Este es un buen período para el trasplante y se ha visto un crecimiento rápido y vigoroso de raíces. Al existir poca cantidad de luz el crecimiento del follaje es lento, razón por la cual la planta puede emplear buena parte de su energía en el crecimiento de su sistema radicular. Con su raíz vigorosa y bien formada, la planta puede obtener nutrientes y agua suficientes para un crecimiento exitoso.
Luna nueva
En esta fase la intensidad de los rayos lunares continúan disminuyendo hasta niveles más bajos.
En esta fase se ha observado un lento crecimiento del sistema radicular y del follaje. Al parecer este es un período de poco o muy poco crecimiento, como de reposo, en donde las plantas se pueden adaptar fácilmente al medio sin sufrir ningún daño.
Muchos agricultores prefieren realizar sus labores agrícolas en este período de reposo, porque consideran que las plantas pueden adaptarse con mayor facilidad a los cambios y prepararse para el siguiente período (Luna Nueva a cuarto creciente) en el que se espera un crecimiento balanceado de las plantas. Las labores realizadas son aporques, deshierbes, podas, desahíjes, tutorados, abonamientos, etc.
Influjo de la luna en los cultivos
Entre los campesinos que practican los métodos naturales o biológicos, muchos prestan atención a las fases de la Luna siguiendo una remota tradición. La ciencia nunca ha podido demostrar la influencia de la Luna en la germinación de las semillas o en el crecimiento de las plantas, ya que no se ha podido asociar la fuerza del mundo vegetal con la atracción del satélite de la Tierra.
A muchos les parecerá superstición que la Luna tenga algo que ver en los cultivos. Solo hay que investigar un poco y veremos qué hay de cierto en eso que nos cuentan nuestros mayores cuando hay que realizar las labores del campo como podar, sembrar, recoger…todas tiene un fundamento teórico que a continuación les voy a explicar un poco.
A pesar de los avances tecnológicos que se han desarrollado en el campo de la agricultura, todavía antes de plantar se mira al cielo, para planificar las labores más comunes del campo.
Por ejemplo, la poda, influye tanto el ritmo sidéreo lunar (ascendente o descendente) como el sinódico (creciente, menguante, llena o nueva).
Con la Luna creciente y dentro de los primeros días de menguante, la savia asciende en mayor cantidad, por ello las plantas serán más vigorosas y los frutos de mayor tamaño. Cuanto más cerca de la primavera estemos, este hecho es aún más notable.
La fuerza que ejerce la Luna en la posición ascendente sobre los fluidos (savia), es mayor que en la descendente. Con la Luna creciente, el dinamismo del agua en los organismos estará en fuerte resonancia con la lunación. Esto provoca un aumento del rendimiento y una mayor hidratación de los tejidos, pero a la vez una menor resistencia a las enfermedades. En la luna menguante o vieja aumenta la salud y vitalidad, aunque a costa de un menor rendimiento.
Con respecto a la siembra, por norma general muchos agricultores suelen tomar como referencia el siguiente método:
1.- Cuando la luna va hacia abajo (decrece de nueva a vieja) es bueno para sembrar las plantas que se desarrollan hacia abajo como los rábanos, remolachas, zanahorias…
2.- Cuando la luna va hacia arriba (crece de vieja a nueva) es cuando hay que sembrar las semillas de las plantas que se desarrollan hacia arriba como las judías, guisantes, pimientos, tomates…
Un pequeño truco para acordarse es:
Luna vieja o menguante.- Como Indica la palabra: VIEJA es cuando va a morir; este momento es apropiado para podar, arrancar, recolectar. Sembrar las plantas que van hacia arriba.
Luna nueva o creciente.- De igual manera, como indica la palabra NUEVA es cuando nace, pues ahora es el momento adecuado para sembrar, plantar, etc. Sembrar las plantas que van hacia abajo.
A pesar de estas pautas, muchos de los agricultores realizan estas operaciones el punto medio de los estados de la luna, así no están ni en una extremo ni en el otro.
Luna llena: Es el período más propicio para cosechar, voltear el compost, cortar caña, o sembrar plantas de fruto.
Luna menguante: No sólo es el mejor momento para continuar las actividades iniciadas en luna llena, sino que también es el momento más propicio para sembrar raíces y tubérculos, tales como rábanos, remolachas o patatas.
Luna nueva: No es una etapa muy propicia para actividades que no sean el desherbado de adventicias.
Luna creciente: Es la responsable de la estimulación de las plantas de gran crecimiento vegetativo, abonos verdes, lechugas..., además de ser muy propicia para la fertilidad, por lo que resulta el mejor momento para sembrar todas las plantas que crecen en altura y dan frutos, como tomates, porotos, arvejas... Como regla general, es recomendable realizar la siembra de todas las plantas en Luna creciente, (preferentemente dos o tres días antes de luna llena) a excepción de aquellas que puedan subir a flor prematuramente, como es el caso de las lechugas, que deberán sembrarse en fase de luna menguante.
En vísperas de cualquier solsticio, ya sea el de invierno (21 ó 22 de junio) o el de verano (21 ó 22 de diciembre), las especies que se planten van a resultar muy sensibles a la subida a flor.
Resumiendo:
Del mismo modo que la experiencia popular, más allá de la ciencia, nos está demostrando que los ciclos lunares, afectan a la forma en que se desarrollan las plantas. Porque no admitir, que también afectan al desarrollo de las setas, más cuando estás nacen de la tierra y están estrechamente ligadas a algunas plantas.
Estudiar cuales son los ciclos de desarrollo de determinadas setas según las fases de la Luna, sería una labor científica y micológica muy adecuada, o cuando menos, una apasionada tarea para un “boletaire”…